martes, 30 de marzo de 2010

La dimensión del Fallo de la Corte Internacional de Justicia de La Haya.

Caso Río Uruguay, Planta de Celulosa Botnia
Por Jorge O. Daneri (*)
Debemos tener claro que la Sentencia del más alto tribunal de la tierra, no solo tendrá consecuencias positivas o negativas para la cuenca sur del río de los pájaros. Será, conforme nuestra interpretación, para todas las cuencas y ríos del planeta.

Esta realidad excede los intereses, deseos y sueños de un pueblo, que supo dejar todo lo que su creatividad y coraje le posibilitó, con aciertos, con errores, con humanidad.

Lo que se resuelva incidirá de manera directa en los siguientes temas, entre muchos otros, todos trascendentales.

1- Sobre el valor técnico y político de un fallo de estas características. El tribunal demostrará si está a la altura de las circunstancias planetarias, si puede mirar y valorar sobre el cambio de época; si puede anticipar y aplicar con coraje principios sustantivos del derecho internacional ambiental. Si ayuda a una transición democrática hacia la sustentabilidad de las sociedades a escala humana, que buscan construir dicha transición, en paz, creyendo en el derecho y su justicia, incidiendo sobre sus gobiernos y actuando junto a ellos, más allá de cualquier tipo de juzgamiento interno o de sus diversidades partidarias.

2- El más alto tribunal podrá apropiarse o no de los principios más consagrados del nuevo derecho ambiental. Los principios de sustentabilidad, precaución y las herramientas de recomposición ambiental, sobre el sustento de la necesaria y casi vital gestión democrática de las cuencas compartidas. Estos son algunos de los valores y derechos que están en juego, que han sido violentados y que deben ser subsanados.

3- Muchos Estados que en el sur del mundo, sea en Asia, África o Sudamérica, comparten sus ríos, están en procesos de revisión de sus acuerdos regionales, o de imposición del más fuerte sobre el o los más débiles. Este fallo puede mostrar el camino que sí o sí se debe respetar para la gestión democrática de los ríos compartidos y sus cuencas. El derecho al agua y sus proveedores por excelencia, los ríos, se constituyen como un derecho que también aquí se pone en discusión. El dilema pasa por su apropiación casi privada y la construcción soberana de los Estados, libre de tratados abusivos de protección de inversiones del norte, que solo protegen a un capital sin bandera y sin límites. Son los límites del planeta los que convocan a La Haya para decir y decidir, por fin, basta. Nunca más, también, nunca más.

4- Seguramente la Sentencia pondrá en crisis el proceder de la Comisión Administradora del Río Uruguay (CARU), sus errores, sus miserias, sus contradicciones, del conjunto y de las partes. Entonces traumatizará esta forma de inventar entes binacionales más fuertes, parecería, que las propias naciones y sus pueblos. Esto nos convocará a la construcción de nuevas formas de integración, más democráticas, más plenamente participativas, más relevantes en el compromiso de las áreas ambientales de los Estados y más integradas hacia las sociedades costeras y sus realidades.

La palabra de La Haya, podrá ser una palabra que de esperanza a las actuales y futuras generaciones de jóvenes, que aún quieren creer que existen instituciones internacionales “independientes” que van a acompañar la construcción de nuevos mundos posibles, dentro de nuestra “pacha mama” aún bella, perdida y encantando el cosmos de los sueños.

* Comisión de Sustentabilidad y Ambiente Coalición Cívica ARI (Entre Ríos)

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